Tres perdidos en la niebla Esto son dos seres humanos cubiertos de una costra de frío esperando para ser rescatados totalmente y volver a su hogar dulce hogar. La foto la tomaron los guardias civiles salvadores

Tres perdidos en la niebla

TEXTO: LUIS SÁENZ GAMARRA

PICO SAN LORENZO, 15 y 16 DE FEBRERO DE 2010

La historia comenzó el día 13 de febrero de 2010, sábado, con la famosa frase: ¿A que no subimos al San Lorenzo? Y los tres amigos y montañeros se presentaron en Valdezcaray felices y contentos a las 9 de la mañana.

Para empezar atacaron la cuesta de Colocobia, que es como se llama una de las laderas del entorno del monte San Lorenzo, con fuerte viento que les golpeaba en la cara. Metidos en la niebla, se cambiaron casi sin querer de ladera y se fueron al barranco Calamantío, y allí se escribió el prólogo de una película de muerte por congelación, que dicen que te quedas medio dormido y te despiertas saludando al ángel de la guarda del cielo. Los tres amigos no tuvieron culpa de nada, ellos iban equipados de arriba a bajo, con sus mochilas, sus crampones y piolé. Uno de los mocetones inclusive llevaba puestos los esquís de travesía. Pero el barranco Calamantío les acechaba y se fueron los tres hacia ese barranco, una de las encerronas más bien ideadas para quien se adentra por allí con temporal.

“Nosotros conocemos bien el San Lorenzo y el Montblanc, en los Alpes, y vamos mucho a los Pirineos…”

“…Al intentar avanzar por el barranco Calamantío la ladera se nos vino abajo, un alud de nieve que no llegó a sepultarnos. Un compañero sufrió un dolor fuerte en el pecho y ya tuvimos miedo de seguir…” El miedo con teléfono móvil es menos miedo, y la pasión aventurera se la tragó la nieve, un alud de nieve, y un frío endiablado… Alguien dijo: “Llama al 012, que vengan a salvarnos”.

El barranco Calamantío ha acabado con la vida de excursionistas desorientados cuando intentaban subir al monte San Lorenzo desde la facilidad de Valdezcaray, o descender por ese valle interminable.

Nuestros protagonistas iban muy bien equipados y con experiencia, pero cuando les cayó encima un cacho de medio monte de nieve encima se les cambió la color, ¡menudo susto! Enterrado uno de los tres amigos, los otros dos helados de frío, optaron por telefonear, por pedir socorro: No fue una llamada a tontas y a locas, no, es que en efecto, con 15 grados bajo cero y viento, se congela cualquiera.

Tres montañeros rescatados en el barranco Calamantío, proximidades del pico San Lorenzo, tras sufrir una avalancha de nieve y soportar 15 bajo cero

“¡Joder con la excursión, nos estamos congelando! Insiste con el móvil. ¡Coño!” Y el SOS llegó a donde debía y la Guardia Civil se hizo cargo del rescate: “En medio de una gran ventisca, densa niebla, con 15 grados bajo cero de temperatura y una sensación térmica de 40 bajo cero…”

Uno de los rescatados, seguramente el más optimista, afirmaba después, calentito en el hogar: “En todo momento sabíamos dónde estábamos y en 20 minutos nos localizaron y nos trasladaron hasta la estación de invierno con una máquina niveladora de la nieve”. El jefe del Equipo de Rescate en Montaña de los guardias era más realista: “Uno de los montañeros estaba agotado y muy nervioso, vomitaba. Lo tuvieron que atender en el botiquín de Valdezcaray y luego en el Hospital San Pedro. Si se hubiera demorado más el rescate, que tardó 40 minutos, el final podría haber sido otro” Los informes de los guardias son claros y distintos porque los picoletos son muy profesionales y no salen a rescatar por gusto ni por vicio.

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