Mala Vida

Un muerto llamado Marcial

TEXTO: LUIS SÁENZ GAMARRA

Nueva Rioja, 21 de mayo de 1937

“En la mañana de ayer, día 20 de mayo de 1937, se produjo un incendio casual en uno de los pabellones del Aeródromo de Agoncillo. A sofocarlo acudieron los bomberos de la Logroño y su jefe, el arquitecto Andrés Ceballos, y el suplente, Fermín Álamo. Cuando el fuego ya se había dominado y los señores Ceballos y Álamo, que habían entrado a reconocer el pabellón, se disponían a salir de él, se venció una viga de hierro, y en la caída rápida e inadvertida alcanzó a varias personas de las que allí se hallaban. Los arquitectos Ceballos y Álamo, recibieron tan de lleno el golpe que quedaron muertos instantáneamente. Además, el sargento de Aviación, Marcial Santa María Expósito, que estaba también en el lugar, recibió graves heridas de las que falleció poco después. Además hubo otros heridos de diversa consideración: uno grave, otro menos grave, otro leve, todos militares del arma de Aviación.… Lamentamos profundamente la desgracia y hondísimo sentimiento... Etc.”

Carta a la viuda de Marcial Santamaría Expósito, María Luisa García, de su camarada de Aviación Nicanor Ampuero Gestoso, sargento de Aviación y natural de Anguciana.

Estimada María Luisa

Como amigo sincero de Marcial, y consternado, me dirijo a usted, señora, porque le echará en falta tanto como yo. Marcial era muy chistosos y entretenido, buen compañero y militar sincero, no le gustaba volar, (ni los combates ni la guerra, quería la paz para España), y ahora va y lo mata un golpe de viga, un golpe traicionero en la retaguardia, que hasta en la retaguardia de Recajo hay bajas por la guerra.

Vamos ganando la guerra, María Luisa, y bombardeando al enemigo en el Norte con mucho daño. Los alemanes son muy meticulosos pero también saben divertirse. Antesdeayer noche, cuando regresaron de fotografíar objetivos en el frente Norte, estuvieron cantando y tocando el violín, que lo tocan muy afinado. Son muy buena gente los alemanes, mejores que los italianos, donde vas a comparar. Ahora sí, serios y que no se les entiende ni palabra, que es una pega grande, el alemán. Pues cuando más en orden iba todo y más les apretamos el “cinturón de hierro” a los vascos, van los alemanes, después de tocar el violín y beberse un bidón de cerveza, y se dejan abierto un bidón de combustible y en un momento se nos incendia el almacén, y el hangar y menos mal que lo paramos, jugándonos la vida, los españoles. Fue culpa de los alemanes, con tanta “disciplinen” y tanta cerveza y se dejaron abierto el depósito y la cagaron…

En el periódico Nueva Rioja salió la noticia de la catástrofe, y citaba a los señores arquitectos Ceballos y Álamo, y tuvieron la delicadeza de nombrar también al pobre Marcial, que lo aplastaron los cascotes tras desplomarse la viga enorme, el pobre Marcial. Bueno, pues los alemanes salieron como limpios como querubines y los muy cabrones habían dejado abierto el depósito, por descuido, después de tocar el violín y beberse el bidón de cerveza. Ellos solitos montaron incendio tan horrorosos.

María Luisa, te quedas viuda de guerra, algo te darán de pensión, poco, no tengas apuro en pedirme ayuda, que los hijo de Marcial serán para mí siempre como mis hijos, o si es demasiado decir, como mis sobrinos.

En fin, María Luisa, he querido mucho a tu marido, que con ese nombre, Marcial, estaba condenado, por Dios, por España y por la viga, a morir en cumplimiento de su deber. Firmado, tu seguro servidor: Nicanor Ampuero Gestoso, sargento de Aviación.

Fermín Álamo fue un destacado arquitecto, proyectó la plaza de Abastos, o mercado de San Blas, las escuelas Trevijano, la plaza de toros.de La Manzanera, y edificios de viviendas. Álamo y Ceballos trabajaron al servicio de la pequeña ciudad que era Logroño. Murieron en la catástrofe del hangar de Recajo, También murió un sargento. El Ayuntamiento de Logroño dedicó a Álamo y Ceballos una calle, al sargento Marcial Santa María no le dedicó nada.

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