Álvaro tuvo un accidente de moto hace casi seis años. Después de 18 operaciones, fue imposible salvarle la pierna. Ahora, lucha por estar ?al cien por cien?
Álvaro todavía está acostumbrándose a su nueva situación. «Físicamente estoy empezando a funcionar, poco a poco voy haciendo cada vez más cosas
El objetivo de Álvaro en estos momentos es incorporarse al cien por cien a su vida diaria. Parece algo sencillo, pero cuando un accidente de moto le hizo pasar por el calvario de sufrir 18 operaciones en 5 años, no lo es en absoluto. En algunos momentos, todavía la tristeza parece invadir la mirada de Álvaro, recordando los momentos tan duros que ha pasado. «Veníamos de Villanueva y choqué con un 4x4. Perdí mucha sangre y como estábamos lejos, la UVI móvil tardó mucho en llegar, así que llegué muy justo».
Pasé casi dos días entre aquí y allá. Estaba consciente y a mi alrededor veía nerviosismo, tensión... yo sabía que algo grave pasaba». Poco antes de entrar en quirófano, el médico le advirtió que le iba a cortar la pierna pero él le pidió que hiciera lo posible por salvarla. «Cuando desperté, lo primero que hice fue palpar a ver si estaba. Comprobar que seguía ahí me dio mucha fuerza».
Trabajo agotador
A partir de ese momento, Álvaro comenzó a luchar por conservar su pierna. «Ha sido un trabajo muy arduo, con unos postoperatorios muy largos, con pocas garantías y lo más agotador, con dolor continuo. Yo quería agotar todos los cartuchos, tengo la cabecita muy dura». Pero esos cartuchos se agotaron, y finalmente en julio del 2009 tuvieron que amputarle la pierna.
Los silencios que Álvaro guarda entre frase y frase muestran que todavía tiene mucho que pensar, cosas que decidir, objetivos que plantearse. Para él no fue traumático perder la pierna, sólo una puerta abierta a su objetivo desde el principio: volver a andar. «Siempre hay que echar la vista atrás para ver dónde estabas, eso te ayuda a ver que lo que tienes ahora no es tan trágico. Hay gente en situaciones mucho peores. Tener una prótesis te impide hacer ciertas cosas, pero sigues siendo la misma persona, casi con las mimas capacidades».
Empezando a funcionar
Álvaro todavía está acostumbrándose a su nueva situación. «Físicamente estoy empezando a funcionar, poco a poco voy haciendo cada vez más cosas. Ahora estamos de obras en la Trattoria, por la tarde estoy con mis niñas… así que me está volviendo a pasar algo que me encanta, y es que termino el día agotado».
Sus frases son cortas y tajantes, como si le hubiera dado mil vueltas durante todo el tiempo. En esos momentos lo que importaba era su vida, la pierna era un tema menor. «Lo mejor ha sido, además del apoyo de mi familia y amigos, que siempre ha habido un plan b, algo que hacer después, a lo que aferrarse
Durante todo este tiempo, de horas sin poder casi moverse, de estar a solas consigo mismo, de recapacitar, recordar, pensar… Ha llegado a conocerse muy bien y ha aprendido muchas cosas sobre sus capacidades y sus límites.. «Para mí lo más importante es haber podido con ello»..
Las palabras de Álvaro transmiten una sensación de tranquilidad, de paz, de sosiego. Él cree que ha perdido ‘chispa’, pero lo que ha ganado es sabiduría, paciencia, fuerza. No duda en afirmar que lo más importante en este tipo de situaciones es «no perder de vista el objetivo».
Está claro que a Álvaro le queda un gran camino por recorrer, y no es un camino sencillo. Le quedan horas de esfuerzo y de adaptarse a su nueva situación, pero cuenta con lo más importante: la fuerza que ha adquirido durante todos estos años. Una fuerza que le va a permitir enfrentarse casi a cualquier situación y que, aunque no se dé cuenta, transmite a los que están a su alrededor.