Chus sufrió un infarto cerebral con 28 años y hace seis sufrió el atropello de un coche. Ahora está en el Centro Ocupacional de Aspace, pinta al óleo y escribe un blog
"Mis dos sobrinos son mi vida"
Chus sufrió un infarto cerebral con 28 años y hace seis sufrió el atropello de un coche. Ahora está en el Centro Ocupacional de Aspace, pinta al óleo y escribe un blog
Lo mejor de lo peor es saber que lo peor ya pasó. Cuando por dos veces el destino te sitúa al borde del abismo es difícil conseguir las fuerzas para volver a levantarte y por dos veces reinventarte pero Mª Jesús Sáenz sabe muy bien cómo se puede conseguir.
La primera fue hace 15 años cuando sufrió un infarto cerebral mientras estaba viendo la televisión. "Sabía que fumaba mucho y que tenía el colesterol alto pero cuando me caí al suelo mientras veía la tele no era consciente de lo que me sucedía". Con su esfuerzo y con la ayuda de su familia, de fisioterapeutas y psicólogos poco a poco fue avanzando para volver a ser independiente en todas las tareas cotidianas: andar, comer, vestirse o asearse fueron las pequeñas etapas que tuvo que ir superando en un lento proceso. Por aquel entonces contaba con 28 años y tenía planeado dedicarse a algo relacionado con enfermería pero pasó a olvidarlo todo y estableció unas mínimas prioridades básicas.
El relax de la pintura
En esa evolución para superar su infarto cerebral encontró nuevos amigos y motivaciones en el Centro Ocupacional de Aspace y descubrió en la pintura al óleo el lugar donde relajar su mente y donde compartir emociones con sus amigas. Tan bien se le dio la materia que llegó a exponer sus pinturas en Fuenmayor.
"El secreto es el esfuerzo"
Y llegó entonces el accidente, y esa fue la segunda. Pasó hace seis años cuando Chus, así la llaman todos en Aspace, iba de camino de sus clases de pintura cuando un coche se llevó por delante sus ilusiones renovadas. La parte derecha de su cuerpo quedó inmóvil y la película se repetía pero con más dificultades. "A medida que pasa el tiempo puedes conseguir lo que quieras, el secreto es el esfuerzo. No hay que hacerse planes, yo ya vivo día a día", así lo ve ella que no pierde ni un segundo en mirar atrás para lamentarse.
"Ahora mis dos sobrinos son mi vida", señala con orgullo. Con el mayor Bruno no falta nunca a la cita para verle jugar al fútbol. Gracias a Aspace ha descubierto una nueva ilusión y un reto al mismo tiempo: los ordenadores. Junto con tres compañeros escribe un blog para intentar relatar los viajes y experiencias de su grupo donde nos deja claro "escribiré sobre vuestra visita".